Aceite esencial de lavanda

Utilizada desde la época del antiguo Imperio Romano, la lavanda tiene una estrecha relación con la humanidad desde tiempos remotos, y no es para menos dadas sus múltiples virtudes beneficiosas.

Unas gotas en el cojín ayudan a combatir el insomnio y mejorar la calidad de sueño.

Diluir unas gotas en el agua de un difusor ofrece las mismas cualidades aromáticas, relajantes y repelentes de insectos que las flores.

Mezclado con aceites de masajes mejora la calidad de los mismos gracias a sus cualidades antiinflamatorias.

Mezclado en jabón le da a este las mismas cualidades relajantes y antiinflamatorias de las que hemos hablado en los aceites de masajes.

Unas gotas mezcladas en tu jabón capilar ayuda a combatir mejor la caspa.

Recomendamos informaros bien antes de elaborar cualquier mezcla en casa ya que las propiedades pueden cambiar según los productos con los que se realicen.